Cuantas veces nos habrán dicho esto de pequeñas, ¿verdad? pues ahí donde la ves, la frasecita tiene tela.
¿Sabes que somos la media de las cinco personas con las que más tiempo pasamos?
venga, leelo otra vez, anda ...
¿Sabes que eres la media de las cinco personas con las que más tiempo pasas?
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A mi este dato me dejó en KO técnico. Te hace replantearte bastante tu círculo personal ¿no es así?
Efectivamente si en ese círculo hay por ejemplo una madre manipuladora o un amigo mentiroso o una pareja tóxica, lo más probable es que tú tengas un poquito de todos ellos y si no lo crees a primera vista ¿por qué no te paras un segundo a analizar ?. Pasaría lo mismo en el caso positivo, claro está. Con lo que la otra frase "dos que duermen en el mismo colchón se vuelven de la misma condición" , cobra todo el sentido.
Lo cierto es que cuando conoces esta máxima comienzas poco a poco a analizar a esas personas que tienen un lugar de honor en tu vida y te planteas si en realidad quieres mantenerlas ahí. Esto, y te lo digo por experiencia personal, es muy duro cuando la influencia que no te gusta viene de un círculo familiar cercano. Romper esos lazos puede suponer mucho dolor a priori porque bajo mi punto de vista aquí no vale el dicho de que lo que no te mata te hace más fuerte. En el caso de compartir una vida la cosa se complica y lo que no te mata directamente te hace infeliz.
Lo más probable (si te estás iniciando en el desarrollo de tus emociones y mejora personal y estás aprendiendo un montón) es que quieras compartir con esas personas cercanas para ayudarles a sanar sus heridas pero ¡ERROR! esto solo te va a traer más problemas.
El alumno solo encuentra al maestro cuando está preparado para escuchar la lección y por mucho que te empeñes en ayudar, si la otra persona no quiere ... NO HAY FORMA.
Por eso (y aunque suene egoísta) debes centrarte en ti. La finalidad sigue siendo ser una versión mejorada y créeme, una vez que hayas hecho tu cambio, el cambio en el resto empieza a obrar por sí mismo. Tú cambias y cambia tu entorno. Y cuando digo cambia, me refiero a que a veces pequeños cambios marcan la diferencia y en otros casos una ruptura total es necesario para seguir creciendo. Y amiga, siento decirte que es inevitable.
Cuando tú creces y tu círculo vital no lo hace contigo se produce una brecha difícil de salvar. Imagina dos lineas paralelas que en un punto se separan levemente y siguen su trayectoria. ¡Eso no es fácil de enderezar!. Por eso, cuando se habla de relaciones tóxicas nos referimos a pequeños universos interpersonales "intoxicados" de emociones negativas. Darles la vuelta es harto complicado. Parece que es sencillo, una charla, esa conversación pendiente, pero no lo es.
Pongamos el caso de una relación familiar en la que sobrevuela la envidia. Salvar esa relación sería tan sencillo como transformar la envidia en admiración ¿no? Aceptar abiertamente esa preciosa emoción positiva que por cierto, para mi es la clave de todas las relaciones (aunque de eso hablaré en otro momento), sería taaaan sencillo. Pues lo siento, pero No. La envidia es una emoción altamente destructiva y aunque si es cierto que para algunos perfiles puede servir de acicate para conseguir objetivos, la realidad es que una relación con una dosis, grande o pequeña de esta emoción tan compleja, es una relación tóxica si o si. Y ninguna persona que abrace el crecimiento debería aceptarlo en su entorno cercano. A ver, tú no puedes evitar que te envidien, pero si puedes evitar juntarte con esas personas que lo hacen. Si la envidiosa eres tú, mejor no sigas leyendo, no vas a estas de acuerdo con nada (es broma, tienes un trabajo por delante).
Un buen comienzo es analizar tus cinco personas. Aquellas más cercanas a ti. Las que tú eliges. Ojo, que eso no significa que no elegirlas no te influya. Piensa que ocho horas en un ambiente laboral tóxico también tiene una influencia negativa en tus células. Esas cinco personas más cercanas a ti están influyendo en la persona que eres hoy. De tu entorno íntimo sólo debes descartar a tus hijos. Para ellos tú estás en su círculo de cinco pero ellos no están en el tuyo por se ellos los "influidos". Esta es otra de las razones por las que pensarse muy bien las compañías. Al final nuestros hijos son receptores de nuestras emociones. Si no lo haces por ti, hazlo por ellos. Puede ser un buen impulsor (aunque no el mejor).
Como resumen, vuelvo a parafrasear ... "Mejor sola que mal acompañada" . Pues para mi es un SI rotundo.
No tengas miedo a esa soledad. Y si el crecimiento lo estás haciendo en pareja, no tengáis miedo a quedaros solos. Vuestro círculo va a cambiar hasta que deis con las cinco personas, o cuatro o tres o dos que queréis tener y que suman. Al principio puede ser doloroso, pero después encuentras la recompensa. Lo primero, habrás hecho un trabajo de introspección importante y lo segundo, cuando todo vuelva a colocarse te habrás ganado el respeto, primero el tuyo propio y después de aquél que un día fue tu círculo. (Bueno, esto último te lo digo para animarte porque no siempre es así, a veces las cosas se acaban y punto).
¿Qué complicada es a veces la felicidad, verdad? Así es, aunque la realidad es que es más sencillo de lo que parece y se resume en la última frase de hoy:
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"LO QUE NO SUMA, RESTA"
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